viernes, 24 de agosto de 2012

.


La brisa golpea mi cara, la luz está apagada, la música suena sutilmente haciendo que mi respiración se ralentice y tú, mi amor, confidente, mimosa, pasional… me vengas al pensamiento. Esta noche quisiera decirte las palabras más profundas jamás escritas.
La angustia me ahoga, hay tantas cosas que quiero decirte, besarte y demostrar, que todo el tiempo del mundo se me hace corto estando juntos.
El otro día conseguiste que me quitara un gran peso de encima, por fin sabes mi gran secreto. Desde esos años me cuesta mucho mostrar todo lo que siento. Las palabras fluían, cierto es, pero no del modo que a mi corazón le gustaba, hasta ahora.
Tú has provocado que mi sangre hierva, todos mis sentidos se encuentran al ciento diez por ciento, mi corazón late con una intensidad magnífica. Como una tontini me dijo hace poco, lo nuestro fue un enamoramiento en toda regla. Si es verdad que los ojos son el reflejo del alma, ahora sé que tú estás reflejada en ella. ¿Y cómo es posible esto? Pues muy bien, creo que es porque en algún sitio estaba escrito que nos conociéramos y que tengamos una relación así de intensa.
Hasta aquí mis pensamientos nocturnos, en algunos meses veré estas palabras y seguro que las completaré con muchas más cosas.
Pero siempre ten una cosa en mente, te quiero. Eres y siempre serás mi primer gran amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario