viernes, 24 de agosto de 2012

Un nuevo día


La primera luz del amanecer atraviesa la ventana. Son las 6 y media de la mañana y, el despertador está a punto de sonar. Un nuevo día ha comenzado.
Cuando me doy cuenta son las menos cuarto, hora de conectarme a skype y desayunar vía cam con mi madre. Ya a las siete nos deseamos los buenos días, intentamos alargar la conversación y corro a meterme en la ducha. Mi mente se queda en blanco. Ahora es cuando realmente todos mis sentidos se activan y las ideas se aclaran.
El reloj sigue corriendo imparable hasta la hora límite de salida. Me visto, preparo las cosas y salgo apurado, como de costumbre.
A pesar de ser todo parte de la rutina, los días ya no pasan de la misma manera, sé que estás ahí, que puedo contar con que cada jornada empieza y termina con tu sonrisa.
Gracias por hacer que todos los días sean especiales, te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario